viernes, 12 de junio de 2009

Historia del reloj atómico

En 1967 se tomó como referencia para la definición del segundo, las vibraciones del átomo de cesio, una magnitud absoluta, en contraposición a la usada con anterioridad. Concretamente esta definición dice que un segundo es 9.192.631.770 veces el periodo de la radiación correspondiente al salto entre los dos niveles de la estructura hiperfina del estado fundamental de los átomos del nucleido Cesio 133.

Pero aún se ha ido más lejos en la búsqueda del tiempo más preciso con nuevos refinamientos electrónicos y aprovechando las posibilidades que permite la física. Así en 1969 se logró un reloj con un grado de error de tan sólo un segundo cada 1,7 millones de años, utilizando las vibraciones del átomo amoníaco.

La difusión de estos avanzados relojes ha tenido una gran influencia en la vida cotidiana ya, que tras diversos acuerdos internaciones, existe un trasvase de datos desde relojes atómicos de todo el mundo. De esta forma se regulan desde la hora que emiten las emisoras de radio y televisión de todo el mundo, hasta la frecuencia de la energía eléctrica, o se regula la navegación aérea, el control de los satélites, etc.

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